Un buen 2012
Platense volvió a mostrar su peor cara como visitante y desaprovechó su chance de arrimarse.
En su casa, en este 2012, Platense no sólo muestra buen fútbol, sino que está perfecto: seis victorias en seis presentaciones, con 15 goles a favor. Pero cuando se aleja de Vicente López, sufre. Pierde esa identidad que le permite cosechar elogios y se transforma en un equipo nervioso, batallador, al que le cuesta mucho engranar. Y ganar: no festejó como visitante en lo que va del año. Y convertir: sólo marcó un tanto en esta racha adversa de cinco juegos.
Eso se notó ayer ante un Acassuso que, precisamente, le planteó un partido trabado, sin espacios. Por eso, las esperanzas de ver un espectáculo entretenido no tardaron nada en desvanecerse. Todo terminó en cero, con apenas dos situaciones claras de gol: una media vuelta de Pumpido que pegó en un palo a los 6’ del primer tiempo y un rebote de Ruhl, tras un toque de Molina, que Carneiro elevó increíblemente por sobre el travesaño a los 18’ de ese mismo PT.
“¿Si a Platense le falta ganar jugando mal? Creo que sí. Cuando jugamos mal, no ganamos”, aceptó su DT Nardozza, atrincherado en el colectivo Calamar tras ser el primero en dejar el vestuario visitante. Y se entiende esa rapidez por situarse en terreno conocido: fuera de Vicente López, este Platense se pierde.